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NUEVOS HORIZONTES PARA UNA SUPERVISORA - Por María Alicia Romaña.(1)

 

Dónde y cómo todo comenzó

Conocí a Guillermo Vilaseca (2) el año pasado (1996) en el Encuentro de practicantes de Teatro Espontáneo de Argentina y Brasil, realizado en abril en El Pasaje en Córdoba.

Algunas cosas me llamaron la atención; una escena en la que él hacía el rol de Perls, fue la que más me impresionó. Me pareció una persona creativa y un tanto sorprendente. Esta sensación se reiteró cuando pocas semanas después recibí en mi casa en San Pablo, una interesantísima correspondencia suya. Había una especie de cuento que sería de procesamiento subjetivo y que he visto editado recientemente, me parece que en octubre, en el Boletín informativo de la SAP. Este texto estaba acomapañado por otros dos que mostraban algunas de las inquietudes de Guillermo: su preocupación por la problemática masculina y un resumen sobre un modelo interactivo de supervisión que se llama CO-VISIÓN (3).

Las dos propuestas me interesaron y la oportunidad de ver de cerca su trabajo surgió mediante una invitación que le hiciera (y que contó con la adhesión de la A.B.P.S.) (4) para realizar un workshop a su regreso del 10º Congreso Brasileiro de Psicodrama (5).

Escenas temidas por el coordinador de grupos

Elegimos este nombre para el workshop. Fue un éxito, muchas personas nos buscaron para tener más información y recibimos un público numeroso y puntual.

Voy a tratar de recordar el camino que Guillermo siguió en el trabajo:

•  Un rápido caldeamiento general modificando el aspecto de la sala.

•  Preguntas sobre quién tenía alguna escena temida "in mente" y si le gustaría trabajarla.

•  Quedaron unas seis personas que se candidataban para trabajar.

•  Se les pide que coloquen la dificultad como si fuese el título de una noticia de periódico.

•  Para aclarar más y dar otros elementos para la elección posterior se les pide que también digan cuál es el sub-título.

•  Se les pide a los presentes que levanten la mano para saber cuál es el asunto que está más sintonizado con el grupo grande.

•  Quedan dos asuntos, dos personas que empatan.

•  Guillermo utiliza el juego "pan y queso" para desempatar.

•  Está elegido el protagonista. El asunto temido es el SILENCIO en un grupo que no ofrece el material necesario para trabajar frente a un equipo que está muy caldeado.

•  La construcción del ambiente que se solicita a continuación tiene la marca clásica de la organización del espacio y de la descripción de los elementos que se utilizan en el rol playing.

•  Las sugestiones dadas al protagonista permiten identificar los aspectos que lo angustian más.

•  Una vez terminada la primera investigación y dirigiéndose al grupo grande es formulada una pregunta para saber quién se sintió tocado por la situación presentada y se solicita que los participantes digan los sentimientos que la escena despertó en ellos a través de expresiones o palabras.

•  Después que son dichas las palabras se solicita la colaboración del público para ver quién se percibió haciendo alguna asociación entre la escena presentada y alguna que recuerden por ser semejante en los sentimientos que produce.

•  Son realizadas más o menos unas seis escenas asociadas en secuencia y ritmo rápidos, sin verbalizaciones, explicaciones o comentarios. A su vez cada participante-protagonista va invitando a las persona que quiere para completar sus escenas.

•  Ahora sí, comentarios sobre los que serían sentimientos opuestos a los que fueron despertados por las escenas presentadas.

•  Como en el caso anterior (14), son realizadas varias escenas en secuencia rápida y sin comentarios entre unas y otras. Como estas situaciones son más reparadoras, se siente un alivio en la sala.

•  Se realizan comentarios por escrito. Se leen algunos.

•  Se solicita el comentario del protagonista inicial.

•  Explicaciones teóricas sobre el trabajo.

Cuando me sentí Mick Jagger

Entre las escenas en secuencia del momento Nº 14 hubo una persona que, queriendo mostrar la dificultad e impotencia para cambiar el rumbo de los hechos como ocurre en muchas casos, utilizó la imagen de una piedra como ejemplo. La "piedra" era otra persona acurrucada y estaba escondiendo debajo de ella alguna cosa importante para la primera persona (eran unos anteojos). Ella empujaba la "piedra" para uno y otro lado, hasta que consiguió sacar los anteojos, pero la "piedra" volvía a la misma estática posición anterior.

No sabría decir en qué lugar de mi ser se produjo la asociación, puede ser que haya sido una cadena de imágenes, lo cierto es que apareció ante mí como si fuesen las letras de una marquesina, este escrito: PIEDRA - STONE.

Fue así que llegamos en el trabajo grupal al punto que estoy enumerando 16. En ese momento alguna alquimia se procesó dentro de mí y me encontré en el escenario invitando a algunos amigos y conocidos para que hiciésemos una banda de rock. Todo pasó en un ritmo alucinante (por lo menos es así que lo recuerdo). Combinamos entre nosotros algunas cosas y volvimos a nuestros lugares en el grupo grande, para dar paso a las escenas de los compañeros que se habían candidatado antes.

Cuando fue nuestro turno, allá estuvimos: una batería, dos guitarras, un vocalista y dos "piedras" que rodaban (ROLLING STONES).

Desde mi perspectiva, pienso que fue una actuación muy leve, una oportunidad para realizar un magnífico ejercicio de espontaneidad y tele. Nuestra "banda", para nosotros fue un suceso. No sé que número "tocamos". Pero si sé que entre nosotros nos dejamos "tocar" por alguna cosa común. Sería un deseo de reparación?.

Genestésicamente, en mis brazos, manos y especialmente dedos quedó muy vívida la sensación de que esas "piedras" se movían al más leve toque. Yo apenas las empujaba (procuraba que fuese con algún ritmo alternado) y ellas iban (enrrolladitas) y volvían hacia mi por la propia inercia del impulso. Entre uno y otro toque me volvía hacia las guitarras y la batería o hacia el público y "cantaba" o procuraba caminar en ese pequeño espacio como lo hacen los vocalistas.

PIEDRA - GUITARRA - PIEDRA - PUBLICO - PIEDRA ... GUITARRAS ... PUBLICO - PIEDRA...

Nuestra sensación fue la de haber vivido algo simplemente maravilloso.

Los caminos de la supervisión

Pasadas algunas semanas estaba yo en Sao José do Rio Preto (6) con un grupo del último año de formación psicodramática, haciendo supervisión. Entusiastas, simpáticas e inteligentes, las personas iban colocando los problemas que habían tenido en sus primeros trabajos.

De forma más nítida se perfiló el caso de una coordinadora que se sentía "invadida emocionalmente" por el grupo con que trabajaba, dejando pasar el tiempo sin poder dar "entrada" a lo que ella deseaba trabajar. Los elementos del pequeño grupo eran muy activos para solicitar su atención en el sentido de sus "dolores subjetivos" y no le daban espacio para que pudiera atender sus necesidades objetivas.

No tuvo duda de que de un buen rol playing podrían extraerse contribuciones importantes para que la protagonista estructurase mejor su rol.

Las compañeras del grupo de supervisión fueron excelentes desempeñando roles y haciendo observaciones.

Teniendo este asunto, otra participante colocó una situación que envolvía muchos técnicos y profesores de una escuela, los alumnos, el sistema, la temática que era tratada en una reunión y las conductas sociales y burocráticas desconsideradas y superficiales por parte de muchos de los colegas de esta persona que quería supervisión.

¿Y ahora?, me dije internamente. Un rol playing, por más consistente que fuese, no podría mostrar (hacer evidente) alguna salida para este problema!. Y si trabajo por pedazos, ¿podré recomponer el todo después?. (En realidad no era la primera vez que sentía esta sensación de tener herramientas pequeñas para problemas tan vastos. Por otro lado, generalmente en esos casos los protagonistas eran personas cuidadosas y competentes y ponen en evidencia con sus quejas la inoperancia de los sistemas sociales de salud o de educación. Por lo tanto en cambio no podía esperarse de su propio rol, si no de alguna intervención que estaba fuera del alcance tanto del protagonista, como del supervisor).

Me acordé de Guillermo y de la Co-visión. ¿Y si hago una prueba?, me dije. ¿Y si trabajo este asunto desde otra perspectiva?, admitiendo de entrada que él supera nuestras posibilidades de que encontremos una solución a corto plazo.

Pedí la opinión del grupo y habiendo sido autorizada, comencé a transitar un nuevo camino. Reduje el relato a la reunión de los profesionales que estaban programando alguna intervención para el Día Mundial de Lucha contra el Sida. Terminada la "reunión", en la que busqué hacer una investigación del rol de la protagonista de forma clásica )cambio de roles, soliloquios, etc.), les pregunté a las integrantes del grupo real de supervisión si habían hecho alguna asociación con alguna otra situación semejante que hubiesen vivido.

Rápidamente surgieron dos situaciones nuevas. Prácticamente en las dos escenas entraron todas las integrantes (doce en total). Actuaron sus roles con consistencia, rapidez y humor.

Tengo la impresión que para finalizar conversamos sobre las dos formas o modelos de supervisión y su aplicabilidad, (al final ellas, en un futuro no muy lejano, también serán supervisoras).

Ya fuera de la situación pensé: podría haber usado las palabras, podría haber hecho escribir, podría, podría...

En verdad no importaba mucho lo que podría haber sido, simplemente había conseguido que las piedras se moviesen un poco.

Hablando un nuevo lenguaje

Pasaron otras semanas y una nueva oportunidad para utilizar lo que había aprendido apareció a mi frente.

Tenía que programar la reunión de cierre y evaluación de un grupo de aproximadamente 30 profesoras de pre-escolar con el que vengo trabajando desde hace dos años. En 1995 las reuniones fueron bastante esporádicas, pero en 1996 conseguimos que fueran más estables y regulares. Ellas pertenecen a una escuela privada muy importante y bien conceptuada. Como todas ellas tienen de alguna manera una formación superior (concluida o todavía como estudiantes), su primera actitud frente a mi trabajo fue de aparente aceptación, pero sin mostrar internamente una verdadera colaboración. Y exactamente esa era la queja de la dirección: ellas hacían un trabajo lindo, bien hecho, pero sin pasión ni compromiso.

¿Era una conducta defensiva?. Posiblemente. En verdad la escuela opera con un "modelo empresarial" de evaluación de resultados y desempeños, por eso todos los fines de año se espera que salgan los nombres de quienes no continuarán el año siguiente. Y ellas se preparaban todo el año para tener fortaleza suficiente para recibir una cesantía al fin de año.

Durante 1996 conseguí quebrar ese estilo defensivo, hicimos diversos tipos de dramatizaciones, contamos historias, teatralizamos, escribimos cartas para nosotras mismas, "enfrentamos" el carácter mercadológico de la sociedad en general y de algunos sectores de la escuela en particular...

Y ahí estaba yo, planificando la última reunión. Fue entonces que me di cuenta que la idea de supervisión supera lo que podríamos llamar la intención de los protagonistas de hacer (o tener) el control de alguna situación o de mejorar su performance.

Decidí encarar la reunión, preguntando sin muchos preámbulos: ¿qué es lo que ustedes no quieren que se repita en 1997?.

 

Y a partir de ese punto fui siguiendo más o menos los pasos del trabajo de Guillermo:

•  Dé un nombre a la escena, como si fuese el título de una noticia de un diario.

•  Póngale un sub-título. (Habían surgido unas cinco candidatas).

•  Vamos a votar.

•  Vamos a hacer la escena más votada.

•  Vamos a seguir el orden de la votación e ir haciendo todas las escenas.

•  ¿Cómo podríamos hacer para que estas cosas cambien?.

•  Vamos a hacer las escenas de cómo ustedes quisieran que las cosas fuesen.

•  Comentarios - La palabra que surgió por consenso fue abuso.

Finalmente propuse que construyésemos una máquina de coser / una máquina de hacer pastas, ravioles, tallarines, etc. / una máquina para imprimir diarios.

Eligieron ésta última y superaron la máquina, hicieron la secuencia del reparto, el quiosco y el lector.

Así, me parece que he ampliado mi vocabulario y mis recursos y que sin saberlo, este grupo que incorporó el ritmo y los códigos de la simbología, acabó también haciendo una supervisión de mi rol profesional.

PIEDRA... GUITARRA... PIEDRA, VOCAL, PIEDRA... BATERIA...

San Pablo, febrero de 1997.

 

 

Referencias:

•(1)  Pedagoga y psicodramatista argentina, radicada en Sao Paulo desde 1976. Autora de los libros: "Psicodrama Pedagógico" - Ed. Papirus - 1985/87.

•(2)  "Construçao Coletiva do Conhecimiento através do Psicodrama" - Ed. Papirus1992 y "Do psicodrama pedagógico à Pedagogía do Drama" - Ed. Papirus 1996.

•(3)  Psicoterapeuta, psicodramatista, psicólogo social. Fue presidente de la Sociedad Argentina de Psicodrama.

•(4)  "Una clínica grupal psicodramática templada en tiempos de crisis". Ana María Rothman y Guillermo A. Vilaseca - Revista Argentina de Psicodrama y Técnicas Grupales. Nº 8 - Abril 1992.

•(5)  Associaçao Brasileira de Psicodrama e Sociodrama.

•(6)  10º Congreso Brasileiro de Psicodrama - 6/10 de noviembre 1996. Río Quente Goiás.

• (7)Ciudad del Estado de Sao Paulo y la entidad a la que se hace referencia es el Instituto Rio-pretense de Psicodrama.

 

 

Lic. Guillermo A. Vilaseca